viernes, 2 de abril de 2010

"El Candela" final

Todo lo fue dejando a un lado p or estar con ella y ella segura de sí misma ante él, aprovechó el momento para "acapararlo" al máximo y de esa manera ir desligándolo poco a poco de esas amistades y esa vida que no le gustaba, ni aceptaba.
Faltaba a sus clases de tarde para estar con él, para ocupar todas sus horas libres
y las vivían a tope, a su aire, sin trabas, libres para hacer lo que les apetecía toda la tarde. Paseaban, tomaban el sol del invierno tumbados cerca de las vías del tren, allí dónde terminaba el barrio, o se metian en el cine cuando reunían dinero para las entradas o simplemente se sentaban en un banco de su placita preferida,dónde charlaban, reían o él le cantaba al oido el último fandango aprendido, que a ella tanto la emocionaba.
Ante todo esto, ante la tozudez que ella mostraba, la intransigencia de sus padres fue cediendo hasta terminar por aceptarlo, al fin y al cabo sólo querían verla felíz.
Se casaron a los nueve años de ese primer día que se vieron y bailaron "agarrados" canciones de amor, después de sortear un gran número de obstáculos que parecían no iban a poder salvar.
Se podría decir que fueron felices y comieron perdices como en los cuentos, pero la vida es mucho más que un cuento, la vida es una dura batalla sobre ella mísma, en la que unas veces se gana y otras se pierde y ello conlleva dolor y llanto, risas y alegrías, miedo, ilusión, frustración, esperanza... y así ha sido sus vidas, en un contínuo balanceo, oscilando a uno y otro lado, pero siempre juntos, agarrrados de la mano, sorteando obstáculos y problemas y gozando de todo lo bueno que la vida les ha ido enviando. Unas veces tiraba él de ella, otras, ella de él y así han llegado hasta hoy, un hoy todavía de lucha, de trabajo y de ilusión por conseguir metas ya más bien reflejadas en esos nietos que les remueven el alma con sus miradas.
"El Candela" cumple ahora 59 años y sigue conservando esa "gracia", esa "frescura" que a ella tanto le atrajo y todavía después de 45 años juntos, él le dice un montón de veces al día que la quiere más que a nadie y todavía cuando a las tres de la madrugada, sale para el trabajo, repitiendo la andadura que comenzó con ocho años, la arropa con ternura mientras duerme y le besa las mejillas y los labios, y le da siempre las gracias por haberse cruzado en su camino.
Y ella ahora, por su cumpleaños, decide escribirle y que todo el mundo sepa, que a la que le corresponde dar las gracias es a ella. Y me hace llegar una misiva porque quiere que se la publique en este humilde blog y quede impreso para siempre, esta historia de amor, para que él pueda leerla cada vez que quiera y sus hijos y nietos conozcan un poquito más de sus vidas y su cariño.
"Al hombre de mi vida, "El Candela":
¿Por dónde empiezo? ¿De que manera te puedo transmitir lo que siento? Me dejo llevar por mi memoria y viajo en el tiempo. Salto de una imagen a otra, de un recuerdo a otro, una canción, unos sentimientos... y me doy cuenta de que la andadura ha sido larga y que ya llevamos muchos años juntos, años en los que tú y yo sabemos y siempre quedará para tí y para mí en nuestros corazones, lo que la vida nos ha deparado. Tú y yo sabemos que ha habido momentos muy difíciles, duros, de los que parece no se va a poder salir, pero que hemos conseguido salvar a fuerza de comprensión, de echarnos no sólo una mano, sino el corazón y el alma para tirar del que pasaba esos momentos malos que tanto tú como yo hemos padecido. Por eso, porque no todo ha sido un camino de rosas, aunque el olor y el color de ellas ha predominado sobre las inevitables espinas, hoy quiero decirte lo que guardo en mi corazón y que tanto me cuesta decirte cara a cara (mi inevitable timidez):
Gracias por haberte conocido, por haberte cruzado en mi camino aquel domingo frío y desapacible, porque has sido, eres y serás el hombre de mi vida. Gracias por quererme de esa manera tuya, desinteresada, auténtica, falta de egoismo. Gracias por cuidarme y estar a mi lado en esas "malas" noches de mi enfermedad. Gracias por esos tres hijos que me has hecho, que son mi orgullo y felicidad. Gracias por dejarlo todo por mí y por vivir para mí. Gracias por parecerte siempre la mejor en todo. Gracias por tu trabajo, por esas duras madrugadas de invierno que no te han pesado, para que no nos faltara de "ná". Gracias por sobrellevar a mi lado en nuestro piso de recien casados, la dura enfermedad de mi padre y contribuir en gran medida a que fuera feliz a nuestro lado en sus últimos años.Gracias por tu alegría, tu optimismo, tus palabras de aliento cuandome vengo abajo. Gracias por ese amor inmenso que le das a nuestros nietos. Gracias por ese beso eterno de todas las madrugadas. Gracias por esa ternura conque tratas a mi madre, por ayudarme a cuidarla cuando no podía moverse de la cama y ese beso que le das todos los días cuando entras en casa de vuelta del trabajo. Gracias por aguantar mi malhumor . Gracias por saber siempre disculpar los "errores" de los demás. Gracias por lo bien que te llevas y lo que quieres a tus nueras y yerno y los buenos ratos que nos haces pasar cuando estamos todos juntos. Gracias por esos paseos por nuestra playa, por esas tardes de verano bañándonos con los niños y por las noches en el cesped al olor de la "dama de noche". Y gracias anticipadas por todo lo que sé me vas a seguir dando... gracias, gracias.
Y por todo, decirte que te quiero, que cada día te necesito más, que eres para mí el mejor compañero que pueda existir, el mejor amante y esposo, padre y abuelo. Que no me equivoqué cuando me enamoré de tí con sólo trece años ni cuando luché en contra de todos por estar siempre contigo y que no me faltes nunca, porque me faltaría la vida. Te quiero.