domingo, 29 de enero de 2017

"La vida me da vida": "Carta a mi madre"

Hace tiempo estaba viendo en la tele una entrevista que le hacían a un personaje famoso,  que padecía cáncer. Ella contaba, porque era mujer, que después  de varios años de luchas, operaciones, tratamientos duros de quimioterapia y todo lo que conlleva esta penosa enfermedad, después de un par de años de tranquilidad y de pensar que ya estaba todo superado, silenciosamente, la enfermedad había vuelto y esta persona volvía a comunicar como al principio, que empezaba otra vez la lucha y ahora más difícil si cabe que la primera vez, porque su cuerpo estaba ya, después de tanto bombardeo químico y quirúrgico al que fue sometido, bastante deteriorado. Pero, la verdad es que me sorprendió sobremanera, su ánimo, no decaía sino todo lo contrario, irradiaba una fuerza fuera de lo común y comentaba que se encontraba fuerte para seguir luchando y volver a vencer nuevamente, aunque fuera transitoriamente a la enfermedad y de esa manera arañarle a la vida unos días, unas semanas o el tiempo que pudiera, porque tenía que vivir sí o sí, como diría Del Nido, porque había una persona que la necesitaba y no podía permitirse dejarla.

La entrevistadora alababa a la entrevistada su fuerza, su ánimo, su lucha por seguir adelante y ésta le contestó:" No lucho por mí, como comprenderás hay veces que si por una fuera tiraría la toalla, no creas que compensa tanto sufrimiento, tanto miedo, tantas noches sin poder dormir, tanta incertidumbre por algo más de tiempo, porque, si somos realistas los que vivimos esta experiencia,casi siempre, -a veces milagrosamente se supera definitivamente-, sabemos que  vamos a tener en el futuro una vida difícil y desafortunadamente más o menos corta. Cuando se lucha , se lucha por los que tienes a tu alrededor, por tus seres queridos, porque sabes, eres conscientes del vacio que vas a dejar a unos hijos, a una pareja, a un hermano... y entonces te agarras a la vida principalmente para que ellos puedan seguir estando un poquito de más tiempos en tu compañía. Generalmente es asi, pero si a ésto se le suma que en tu vida en esos momentos existe una o más de un ser querido, que depende de tí, cuando eres consciente que esa persona el día que tu no estés, no va a tener la fuerza, la salud, la independencia o incluso la economía para subsistir por ella misma, cuando sabes que lo que le queda es el ingreso en una institución pública para seguir sobreviviendo, cuando sabes  que aparte de tu pérdida, le llega también la pérdida de su entorno, de su rutina, de sus objetos queridos, en resumen de la seguridad de su casa... entonces la fuerza por la que lucha una persona en mis condiciones, puede decirse que es casi sobrenatural y no le dejas a la debilidad por claudicar, ni un pequeñísimo resquicio por dónde se puede colar.

Me impactó tanto y compartí con tanta rotundidad esta afirmación de aquel personaje que se enfrentaba a otra dura intervención para salvar la vida, que supe, que con esa fuerza lo iba a conseguir. Al día de hoy y de ésto hace ya creo que al menos un para de años, este personaje sigue vivo y cuidando con todo el cariño del mundo, a ese ser querido por el que principalmente no quería morir.

¿Por qué en estos momentos me acuerdo de aquella entrevista que tanto me impactó? ¿Por qué ya en aquellos momentos, mientras escuchaba a esa persona, me di cuenta de que cuando se vive más que por uno mismo, por los demás, puede ser un ser querido o un desconocido, por una causa, por una obra, por un trabajo o simplemente por VIVIR en la mejor y buena extensión de la palabra, la vida se alarga y aunque te llegue una enfermedad de las que sabemos no es fácil salir, y lo más normal es que se termine muriendo, sabremos sacar fuerza para ganar al menos una batalla, aunque no la guerra, sabremos ganar  la batalla de alargar el tiempo para intentar solucionar los problemas que te rodean en la mayor medida posible, y a la vez sustituir suavemente esas agarraderas en las que se sujetan tantas cosas.

Como sabeís los que me conoceís, estoy pasando actualmente el trance más duro de mi vida. Estoy sufriendo el dolor más intenso que se pueda padecer emocional y anímicamente, como es la pérdida de un ser querido, en mi caso, mi madre . Por eso, en estos días tan amargos, en los que por mi cabeza han pasado tantas cosas, tantos pensamientos, tantos recuerdos... en muchísimos momentos, me ha asaltado el recuerdo de esa entrevista, y reflexionando sobre ella, he llegado a la conclusión  y a la aseveración más rotunda  de que es así, de que cuando una persona se desprende de su yo, de su egoísmo personal y piensa en lo que tiene alrededor, en lo que sienten por ti, en lo que te  necesitan y te fijas en su mirada y, en como con ella te lo dice todo, luchas y luchas por conseguir otra oportunidad. Hay una frase, no se de quien, pero que leí poco después de la susodicha entrevista, que describe perfectamente esta situación, y que por supuesto en aquel momento anoté y catalogué en un cuadernito que tengo  de frases que me han impactado. Y dice así "El ser humano necesita algo más de sí mismo para seguir luchando".

Hoy se cumple una semana de la muerte de mi madre. Hoy hace un mes que cayo malita y desde el primer momento, el dolor se implantó dentro de mí con la fuerza de un tsunami que aparece de pronto, inesperadamente, y supe desde el principio, que la había perdido aún sin haberla perdido todavía. Hoy que todavía casi no puedo parar de llorar, que no puedo parar de recordarla, de sentir casi físicamente aún, los últimos besos que en la cara me daba. De oler su olor, de peinar sus canas, de extender la crema sobre su piel ya tan marchita, de acariciarla de abrazarla por la noche para que me sintiera cerquita... no puedo parar de pensar que esos noventa y cinco años que ha estado a mi lado, lo ha estado por amor. porque ante su fragilidad física, ante sus operaciones de caderas, su inmovilidad,su deterioro oseo y muscular,estaba su amor por nosotros, sus ganas de estar a nuestro lado y disfrutarnos, su querer estar siempre, aunque sea en la retaguardia, para avisarnos, advertirnos, aconsejarnos... ese amor, esa falta de egoismo,  ha sido el motor que mañana a mañana le inyectaba un poquito más, una pequeñísima porción de más, de vida.

Pero... nadie es infinito y a todos nos llega nuestro momento y a ella ya le ha llegado, porque ha consumido hasta el último hilo de vida, pero ese consumo a tope, al máximo, estoy segura que es gracias a su entrega a nosotros, a su amor, a su preocupación, a su interés, a su ilusión por seguir disfrutando de todos, al dolor que sabía, que sin querer nos infligiría  con su marcha, especialmente a mi. Y ahora se que ha sido su AMOR hacia nosotros, su total ausencia de egoísmo, lo que nos ha regalado esta larga vida.

Casualidades de la vida, tengo una vecina, que tiene un año más que mi madre y también de golpe y porrazo, ha caido malita y ahora esta luchando por recuperarse, y ojala lo consiga. lo deseo de todo corazón. Bien, pues esta señora hasta hace un mes, vivía sola,- tiene muchos hijos, que la quieren y se preocupan de ella, pero ella se encontraba fenomenal y no quería vivir con ninguno- Todas las mañanas, sin faltar ni una, saltaba de la cama para meterse en la ducha, se arreglaba, salia por sus mandaos, arreglaba su casa, guisaba, tendia... en fin, lo normal en las labores de un ama de casa. Los fines de semana, le gustaba ponerse sus mejores galas, para salir a merendar al centro con dos amigas que todavía le duraban, cogía su autobús y  echaba el ratito, volvía a casa después de pasar , según me decía, una tarde estupenda. En fin todo normal, si no fuera, porque hablamos de  una mujer de 96 años con una trayectoria de vida complicada como casi todas las de su generación, una  vida dura,  con una guerra civil de por medio y la crianza de varios hijos en aquellos tiempos tan difíciles.¿Como se llega así a los 96 años? con ganas, con ilusión, con querer vivir.

Un día me crucé con ella en el portal. Serían las 9 o 9 y media de la  noche. Volvía de una de sus meriendas en su cafetería de toda la vida, en el centro Su bolso en el brazo, su pulsera de oro en la muñeca, muy bien arregladita,oliendo a "Maderas de Oriente" y feliz y cansada, deseando, -según me dijo- llegar a su casa pa quitarse los zapatos y ponerse cómoda. Me admiró tanto verla así, que impulsivamente le di dos besos y la piropeé diciéndole lo guapa que iba, y la alegría que me daba de verla así a su edad y que me encantaría que mi madre, pudiera como ella, manejarse tan bien, para que disfrutara un poquito más. Con el gracejo que caracteriza a muchas, por no decir a todas estas personas mayores, que apuran con alegría su ultima etapa de la vida me contesto: Mira Ani, ¿tu sabes lo que me pasa? que a mí la vida me da vida. Me alucino la contestación porque volvía la vida a mandarme señales de que no estaba equivocada en cuanto a las teorías que arriba comentaba, a ese pensamiento de que mientras haya algo fuerte que nos mueva, aguantaremos mucho más. Y volvía a la conclusión de que cuando la vida se vive en plenitud, en entrega a los demás, o a una causa, cuando se vive pensando en el bien de los demás y en el bien de vivir la vida apurando sus cosas bonitas, la vida te recompensa alargando el tiempo que te quede para disfrutarla.

Y con eso me quedo, conque mi madre ha luchado por vivir, para su familia, sus hijos, nietos y bisnietos hasta exprimir al máximo  la poquita vida que le iba quedando en cada una de las células de su cuerpo, y la vida de entrega y amor le ha dado vida.

Y ya por último, desde aquí, quiero compartir con mi familia, con los amigos, con la gente de bien, las palabras que salen de mi corazón a borbotones para la mujer que me dio la vida y que ha estado literalmente a mi lado 62 años ininterrumpidos -salvo 7 meses- queriéndome, cuidándome, protegiéndome, dándome el amor mas puro y desinteresado del mundo, mi madre, mi mami, como yo le decía.

CARTA A MI MADRE.-

Ni  las palabras más bonitas del mundo, ni las mas bien dichas o escritas, ni todos los poemas de amor,que se hayan podido escribir, llegarían a  la mas mínima parte de lo que en mi interior siento y quisiera decirte, así, que como ya se que estás en el mejor de los sitios que puedan existir,-y se que existen-  tienes que saber mirar y ver en mi interior todas las cosas que albergo dentro de mi. Pero como lo que quiero, es poder transmitir un poquito al menos, de lo que siento, para que publicamente quede constancia, para que todo el mundo sepa lo que has sido para todos y especialmente para mi, intentaré reunir todo los sentimientos que albergo hacia ti y el hueco y el vacio que dejas en mi corazón, en nuestros corazones, aunque se que ese vacío con el tiempo, se ira llenando de amor, porque tu presencia, tu espíritu estará siempre conmigo.

Gracias mami por traerme al mundo, gracias por quererme como me has querido, sin intereses de ningún tipo, sin egoísmo, gracias por todos los valores que has sabido aportarme, gracias por tus noches en vela, gracias por esa infancia tranquila, segura, placentera, que a pesar de los tiempos tan difíciles que te toco vivir, supistes aportar, gracias por entenderme siempre, por pensar que era le mejor del mundo, por defenderme ante cualquiera con uñas y dientes, por valorarme infinitamente, por esa mirada limpia y llena de amor, gracias por tu trabajo, por tu ayuda, en cada momento, gracias por tus consejos, por tus charlas, por tu ilusión de vivir, gracias por cuidar como sólo tu sabías hacerlo a papá, por tus llantos en silencio, en tu intimidad cuando se fueron él y tu madre, mi querida abuela Dolores, para que yo no te viera, para que no me preocupara, gracias por criar a mis tres hijos, por transmistirles todo el amor del mundo, por enseñarles las cosas buenas y bonitas de la vida, por quererlos tanto y llorar cuando enfermaban, gracias por ese pastel de galletas y chocolate que les hacía y que los volvían locos, gracias por  pasar las noches  a mi lado en mi enfermedad, por llevar el timón de mi casa cuando yo no podía. Gracias por avisarme de tantas y tantas cosas importantes que a mi en el trajín de la vida y el trabajo no llegaba a ver, gracias por reñirme cuando me equicocaba y por corregirme, gracias por saber transmitirme la importancia que tiene un hermano y haber sido siempre el mayor lazo de unión entre los dos, gracias por querer a Antonio como si fuera tu hijo, y callarte cuando en la convivencia surgían roces entre nosotros, gracias por saber también comprenderlo. Gracias por estos últimos nueve años, en los que ya sentadita en un sillón sin apenas movilidad, has sabido adaptarte, conformarte y vivir esta etapa con ganas e ilusión, para seguir desde tu eterno sillón preocupándote por todos, por la salud de cada uno, por el trabajo, por la economía... gracias por querer con tanta intensidad a tus seis bisnietos y esa luz de alegría que iluminaba tu cara cuando cualquiera de ellos venían a verte, gracias por esos cuadros de puntos de cruz que has ido confeccionando para cada uno de ellos, de nosotros, porque tanto tus hijos, como tus nietos, como tus bisnietos tienen ese recuerdo tuyo hecho a base de miles y miles de puntadas cada una de ellas hechas con todo el amor del mundo. Gracias porque hasta que no terminaste el último que te quedaba, no te has ido, porque ya malita las últimas cruces que faltaban en la tela casi me obligaste a que te guiara con mi mano para terminarla. Gracias por como te has ido, sin hacer ni dar "ruido" como tu decías, sin querer hacernos sufrir más de lo debido, porque han sido veinte días los que has estado en cama y aún así nos ha regalado, sonrisas, y besos aun estando ya en otro plano de conciencia, gracias porque sé que no has tenido dolor, y gracias porque hasta el ultimo momento no nos has hecho pasar ni un momento de agobio por verte padecer, porque te fuistes dormidita, en paz y sabiendo que todos los días, todos, toda tu familia en pleno ha estado a tu lado queriéndote.

Gracias mami, siempre, siempre te tendré presente y estarás en mi corazón, hasta que algún día nos encontremos para la eternidad. Te quiero mama. Te queremos. Ya sabes cuanto porque estas dentro de mi corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario